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  • Balushtravha

Así habla bodhisattva

Recopilación de un relato de una persona que se fue a la India

para descubrirse así mismo según él.



Aviso: Este relato no me pertenece, todo lo que está aquí es de un ex-compañero que conocí en la escuela de ciencias sociales y humanidades, no estoy seguro en qué carrera, mucho menos estoy seguro si estudiaba, supongo que no.


Marzo de 2021

El bodhisattva que me encontré en la India en 2016 me habló de la comprensión total de la esencia, en ese momento tener esas palabras no me significaban mucho. Pues aún tenía incredulidad sobre la personalidad de esta persona. No me malinterpreten, reconozco los trabajos de ellos, pero todavía no eran claras mis ideas ni mi alineación hacia un dogma específico, estaba en cero y mis experiencias previas antes de llegar a Kanpur tampoco me ayudaban.


Mis antecedentes con los bodhisattva


El antecedente más lejano que puedo dar es con mi nacimiento, me acostumbré a las comodidades durante mi vida, pero sentía que algo faltaba en ella. Hacer gimnasio e ir al club de tenis no me complacía más allá de haber ganado dos trofeos juveniles en pareja.


Platiqué con mis amigos y familiares, todos ellos falsos y superficiales, creían que exageraba e incluso afirmaron que lo hacía solo por poser. No soy ningún poser, solo sé que no soy una persona común, creo que todos tenemos un objetivo en la vida, y mi objetivo estaba y está en algo más. No todos están en la búsqueda para desarrollar ese potencial.


En 2013 hice mi primer acercamiento a los temas tántricos, al lugar que me llevó este camino fue un grupo que tenía sus instalaciones en la colonia Narvarte, era gracioso porque estaba en un segundo piso y en la planta baja vendían carnitas o algo así. El maestro me ayudó a comprender parte de mí mismo, sin embargo, cada vez era complicado ir, debido a que hubo una temporada en el que la colonia se volvió algo peligrosa.

En grupos de Face encontré algunos otros lugares en zonas un poco más seguras. Siempre tratando de comprenderme en mi totalidad. Un conocido de estos nuevos grupos me mandó por inbox una publicidad de un súper paquete de retiro espiritual guiado por una pareja argentina, todos que nos encontramos en estas corrientes espirituales budista reconocemos que los argentinos tienen mayor conocimiento del Dharma en Latinoamérica. Esta guía estaría armonizada entre la naturaleza, incluía un viaje cósmico-astral con peyote y un temazcal tipo tzompantli de características rituales. Era una semana de actividades de reconexión con nuestro yo interno, tenía todo incluido; una comida al día siguiendo las dietas budistas, hospedaje en bungalós compartidos, todo esto en la Riviera, cuando aun no era LA RIVIERA que es hoy en día, sino algo virgen todavía.


Aparté mi lugar como por dos meses de anticipación, como no tenía posibilidad de que me llevarán en avión, ya que por aquel entonces a mi padre lo secuestraron por un malentendido y por lo tanto la familia estaba tratando de reunir el dinero ya que como congelaron sus cuentas los demás se tenían que hacer cargo; gracias a Dios, mi padre salió ileso, aun así, arreglé las cosas para ir al retiro.


El día que llegué a este lugar, Cancún, me subo a un taxi, el chofer muy amable y todo, pero como a los 20 minutos me dice: —¿Joven le molesta si paro en la gasolinera?, es que necesito ir al baño. Le comenté que llevaba prisa (porque la recepción comenzaba en una hora y quería estar desde la iniciación), pero no le importó y aun así se acercó a la gasolinera: — Es que deberás tengo que ir. Tuve que aceptar que, él entró al baño y yo lo espere en el taxi, de afuera se acercó un tipo a la ventanilla y me dijo que le sacara el celular y la cartera, yo le comenté que estaba en mi maleta y se la di, después de eso sale corriendo y llega el chofer diciendo:


— ¿Qué pasó?

—Pues un tipo que me amenazó para que le diera mis cosas

—No mame, ¿Y se las diste?

—Me estaba amenazando

—¿Con qué lo amenazó?

—Pues no vi bien, pero llegó muy agresivo

—Pues ya se chingó

—No me puedo quedar así, ayúdeme

—Vaya a la procuraduría, ahí le van a ayudar, ponga su denuncia o algo, pero de que ya se

chingó, se chingó. No va a recuperar nada, ¿Todavía quiere que lo lleve?

—Le digo que se llevó todo

—Pues ahí nos vemos


El taxista me dejó ahí, aun no comprendo cómo nuestra sociedad está tan jodida que ni siquiera te brinda su ayuda cuando uno lo requiere en verdad.


Después de esta experiencia me quedó claro que aquí en México es poco considerado para practicar el budismo plenamente, por ello, aunque me costó varios meses pude solicitarle a mi padre su favor para apoyarme a encontrarme a mí mismo, por lo que era necesario ir a la India.


Las 40 horas de avión valieron la pena, ya que haberme encontrado con el bodhisattva Kelim (que su anterior nombre era Cameron, provenía de un pueblo cerca de Auckland, Nueva Zelanda, desde hacía tres años había llegado a Kanpur, así como yo, buscando respuestas y por ello abrió su grupo para gente como yo) me ayudó a cuestionarme cosas sobre mí mismo, a estar auténticamente aquí y ahora en la India, con la verdadera esencia del Dharma, el Karma, el budismo y el hinduismo, aprendiendo con verdaderos maestros por solo $140 dólares al mes. Un precio insignificante comparado con lo que tuve que pasar en México con su sociedad falsa y sus falsos guías.


 

Balushtravha

Licenciado en Lengua y Literaturas Modernas de la Universidad Nacional Autónoma de México en 2019, participó en los festivales Letra y pasión universitaria: por un contenido libre y sin respuesta (2015); Caín abre la puerta en 2016 en los corredores interculturales de la explanada Tecámac. Ha sido editor de la revista digital Hambre de gritos y escritor invitado en las columnas de la revista Entraña. En 2017 se integra al movimiento clave de El despertar de la conciencia: Camino verdadero de luz.

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