- Luis Soverano
Poemas de Luis Soverano

Prolifero
Uno crece y con los años arriban las
noches de desamor.
se acumulan tristezas,
mojan el alma como lluvias de junio
el olor a nostalgia se presenta
con recuerdos de un pasado
donde la muerte no existe,
ahora con la edad se aparece sin invitación.
uno crece, también la lista de ausentes,
corazones y sonrisas que ya no veremos.
Uno crece y aprende a amar
cuando la fecha de caducidad
ha vencido.
Ignoto
Existen cuerpos que jamás
han recibido una caricia.
oídos que han sido taladrados
con la lanza de la ira y el desprecio.
tierra fértil donde se ha sembrado
la indiferencia.
Hay caricias viajando por el desierto
esperando tocar aquellos cuerpos,
aquellos ojos sedientos.
caricias que desarman vidas
abrazan tu cuerpo, su cuerpo,
nuestros cuerpos, el mío.
¿Quién cosechará flores en el desierto?
¿de qué piedra o arcilla se moldeará un mimo?
Luego el tiempo juega a las adivinanzas,
sentencias abrumadoramente
en un juzgado de oficio,
el tiempo es un refugio para aves sin nido,
cruces enterradas para hacer camino,
espejismos que mantienen ilusiones
de caricias que no encontramos.
Perecer
Un árbol se incendia desde la copa
hasta convertir en cenizas la raíz,
cenizas que tendrán que esparcirse
en algún lugar que nadie ha pensado.
El viento lleva consigo todo recuerdo
y parte de las almas.
Fortuito
Brillan los ojos que nacen de un corazón contristo
de seres que no buscan y siempre encuentran,
como las olas que arrastran malezas, cadáveres y arena.
El infierno ha hecho morada.
Con un fuego diabólico
Alumbra por las noches.
Te nombro
Te nombro a cada momento
Para que vivas y el viento
Lleve tu imagen por los cuatro
Puntos cardinales.
Te nombro para que existas
Para que el recuerdo se haga abrazo
Y el llanto valga los clínex
Que he comprado en el six.
La palabra es poder
Por eso te creo desde el silencio
Y rescato tu sonrisa del Mictlán,
Para darte vida en mi familia,
En mis amigos,
En mi carde adolorida.
Te nombro para ganarle a la muerte,
Para seguir viviendo
Y que los niños sepan que un día volverás
A esta casa.
Te nombro para que la casa
Resuene tu sonrisa
Y la luz no se apague
En aquél cuadro donde te miras.
Te nombro por amor,
Por el cielo y el subsuelo,
Por la tierra que te vio nacer
Y en la cual yace tu cuerpo.
Te nombro, papá
Para que el puente que hoy
Nos separa, una noche
Nos vuelva a unir.
Luis Miguel Soverano Ovando Nació en Villahermosa, Tabasco. Es Contador Público, por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT). Coordinador de la Agrupación Jóvenes por la Cultura con la cual ha participado en las jornadas José Carlos Becerra, K´elem Bíji, en la Feria del Libro de la UJAT.
En 2011 obtuvo el primer lugar en el concurso de Declamación de La Semana de Juárez. Realizó el diplomado en Narración Oral impartido por la Universidad Autónoma Metropolitana y el diplomado de Creación Literaria en la Escuela de Escritores "José Gorostiza".
Trabajó en el departamento de Difusión Cultural del Instituto Juárez donde escribió algunas semblanzas y discursos, sus cuentos y poemas han sido publicados en el periódico Presente y Paralelo18. Colaboró en el diario Ahora Tabasco en la sección de cultura con la columna "Germinemos", alguno de sus cuentos figuran en la antología Viva México, apuntes independientes. Si cuento "Pantallo" fue incluido en el libro Se cuenta una quimera qué..., donde combina el dibujo con la literatura; este mismo se ha presentado en las ciudades de Cárdenas y Villahermosa en Tabasco, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas y en Bari, Italia.
Actualmente pertenece al Programa Nacional de Mediadores de Salas de Lectura, se dedica a las artes escénicas y la narración oral para el programa Alas y Raíces, Jolgorios, Juntos por la paz, así como también en actividades independientes.